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  • Foto del escritorLicona Brothers

Ejercicio y tendinitis

Hola estimados lectores hoy hablaremos de un tema bastante trillado relacionado con el ejercicio, que por si fuera poco detiene totalmente o por lo menos parcialmente la actividad física que se desarrolle, hablamos claro de las tendinopatias.

Para poder definir que son las tendinopatias tenemos que comenzar con lo básico (así te ayudará a entender de que habla tu fisioterapeuta si no te facilita las cosas) el tendón es el tejido (así le llamamos a las partes del cuerpo independientemente del sistema al que pertenezcan) que se encarga de unir el músculo con el hueso, estos son encargados de imprimir la fuerza del músculo en las diversas articulaciones, su existencia esta ligada al movimiento y protección de las articulaciones, por lo que siempre estarán expuestas a daño.

La definición de nuestro tema es básicamente la inflamación de esta estructura tan poderosa, el tendón, que al irritarse por la inflamación conduce a un dolor que es incapacitante en ciertos casos, latoso en otros casos y en el mejor de los casos es pasajero (y recurrente si no se atiende a tiempo).


Vamos al grano, esta es una lesión que prácticamente se presentan más en las articulaciones del hombro, codo, muñeca, rodilla, tobillo y pie.

Son predominantes en la población activa comprendida entre 15 y 55 años aproximadamente, observando que prácticamente la ventana de edad es bastante grande, comprende un problema mayúsculo en la población, por eso mismo me parece más interesante tratar de informar y que se conozcan por lo menos las medidas preventivas y en dado caso los primero pasos para realizar una atención pronta.


Ahora las causas o mecanismos que lo provocan son 2 básicas (existen más pero solo hablaremos de 2 que son las más frecuentes) la primera y más común es la lesión por causa traumática (golpe) y la segunda es causada por sobreuso (uso constante por tiempo indeterminado de una actividad) la primera se diferencia de la segunda por su aparición súbita y dolorosa, acompañada de cambios de color en la piel conocida como morete (equimosis o hematoma) no siempre es así puesto que a veces el trauma no es tan fuerte como para provocarlo (a veces también un mínimo contacto provoca el morete depende de la persona) pero si provoca la inflamación del tendón.

Por otro lado la lesión causada por sobreuso es de aparición más lenta y gradual (tiene sentido pensar que es infravalorada por el paciente en sus primeras instancias o hasta inconsciente), el dolor es similar al primero mencionado, puede haber aparición del morete o no y generalmente cuando se decide la atención es porque ya parece ser incapacitante

(desgraciadamente).


Lo idóneo es previo a cualquier actividad física (inclusive a alguna laboral) exista un calentamiento adecuado, que prepare al músculo y tendón a un esfuerzo mayor, cuando inicia la actividad es necesario ajustar la intensidad y frecuencia adecuado a nuestro nivel de actividad, porque de ahí deriva una de las formas de aparición de la tendinitis, ahora bien, si todo esto lo hice, ¿Por qué aún así me pasó? muchas de las veces alguna actividad inusual (como un deporte nuevo) o retomar una actividad que a veces hago y otras no (poca frecuencia de práctica) pueden provocar la lesión, otras simplemente es actividad laboral que nada tiene que ver con el ejercicio y otras aún no se pueden explicar del todo (son realmente muy pocas).


Los ejercicios que más riesgo corren de presentar una de estas lesiones son aquellas que conllevan cambios de dirección rápidos e impactos continuos con alguna superficie como el suelo solo por poner un ejemplo (son muchísimos más en combinación). Pero resulta que no todas las tendinitis son por ejercicio, en la experiencia acumulada de este par de hermanos que les habla, pudimos identificar que trabajos continuos (tipo Godinez) como teclear muchas horas al día o trabajar en una línea de producción es causante de un gran número de estás lesiones.


En la evidencia científica encontramos una de las propuestas adecuadas para la comprensión y tratamiento donde se describen 3 estadios diferentes (reactiva, fallo de reparación y degenerativa), en cuanto al diagnóstico (aunque pocas veces realizado en México) se utiliza por innovación y resultados la ecografía de alta resolución. Aquí en México la realidad es que los médicos y las instituciones dedicadas a este tipo de lesiones (infravaloradas) son meramente sintomáticos, afortunadamente son verdaderamente acertados puesto que hay algunos signos especializados con una certeza en el diagnóstico bastante elevado (por lo que no tienes que sentirte desprotegido)


Ahora hablemos de 3 ejemplos que seguramente haz escuchado o tenido alguna vez, el primero se llama Codo de tenista (Epicondilitis) que generalmente se manifiesta por un dolor en la parte externa del codo, que corre el dolor hacia la mano y que se presenta más frecuentemente entre los 40 a 50 años, además de presentarse más en la mano dominante. Como primeros auxilios solo puedo decirte que si lo sospechas es llamar a tu fisioterapeuta, ponerte hielo para reducir el dolor y la posible inflamación.


La segunda es la tendinitis rotuliana que generalmente se presenta como dolor en la zona central de la rodilla, responde el dolor a la palpación y al movimiento con apoyo de la pierna, como primeros auxilios para esta lesión (que regularmente aparece por sobreuso) es la detención casi total o disminución de la carga de la actividad que lo causa (sea correr, hincarse, básquet), la aplicación de hielo y por supuesto llamar al fisio.


La tercera y última es la fascitis plantar en esta lesión el dolor aparece en la superficie inferior del talón, el dolor aparece con el apoyo del pie, suele aparecer matinalmente y esta relacionado con el calzado (si, aunque no lo creas tenis con superficie totalmente plana como los que estamos pensando tu y yo que esta padrísimos) y la actividad recurrente de impacto, los primeros auxilios para esta lesión (que aparece lento regularmente) son el uso de calzado más cómodo, la manipulación de la planta del pie con una pelota no tan dura y el uso de una talonera (generalmente de goma o gel con un hueco en la zona central del talón) en prácticamente todo tu calzado (por lo menos un tiempo) y claro adivinaste, ¡llama al fisio ya!.


Por último, solo me queda decirte que la mejor manera de prevenir este tipo de lesiones es estar adecuadamente asesorado y hacer las actividades lo mejor posible (la mejor técnica que puedas desarrollar) atenderte regularmente dependiendo de la intensidad y frecuencia de tu ejercicio y si ya sufres de este mal, cuídate, infórmate, pregunta todo lo que necesites (no solo a los amigos) y seguramente pronto estarás de vuelta (ten paciencia) haciendo lo que más te gusta, te envío un saludo cordial y escríbeme para saber tu opiniones y dudas.



Referencias


Hernández Sánchez S. (2017). Avances en fisioterapia para el tratamiento de las tendinopatías. Fisioterapia. DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.ft.2017.02.001


De la fuente, A., Valero, B., Cuadrado, N. (2019). Abordaje fisioterapeutico de la tendinopatía rotuliana: revisión sistemática. Fisioterapia. DOI: https://doi.org/10.1016/j.ft.2019.02.007


Rozman, C., Cardellach, F. (2016). Farreras Rozman Medicina interna. Elsevier. (pp. 1000 - 1003).



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