El lado “B” de los estilos de vida

B-SIDES

Por Jorge Licona

Este primer número tiene relación con el episodio “#2 ¿Qué son los estilos de vida? y #3 identifica tus comportamientos” del podcast que titulado “Estilos de vida” realizados por mi hermano, que si no lo han escuchado les recomiendo que lo hagan.

Bueno regresando al tema y comenzando por entender de manera muy resumida que un estilo de vida son todas aquellas acciones que llevamos a cabo durante los días y que generalmente forman parte de un hábito, o muchos, como ejemplo, puede ser el expuesto en el podcast, como levantarse y desayunar con un café.

Ahora, ya que sabemos que son los estilos de vida, podremos comprender que existen estilos de vida que favorecen a la salud “per se” o dicho con otras palabras, por si mismos o naturalmente, y aquellos que no son tan favorecedores para la misma.

Es cierto que todos los estilos de vida forman parte de las influencias externas que recibimos desde pequeños, e internas, como aquellas que no nos damos cuenta que hacemos, hasta que hay una verdadera introspección, no necesariamente todas las acciones que llevamos a cabo nos causan un mal inmediato sino que lleva tiempo el que así lo sea, y viceversa, no todas las acciones que nos han dicho que mejoran la salud lo hacen efectivamente de manera inmediata o peor aún que de verdad sean ciertas.

Ya que identificamos que existen estilos de vida que benefician y otros que no tanto, hablemos entonces de los estilos de vida saludables (EVS) estos son considerados por diferentes organizaciones e identificados como aquellos que benefician la salud. Son de alguna manera conocidos o por lo menos imaginados por todos, ya que de alguna u otra manera son mencionados en múltiples medios de comunicación, esto como un gran esfuerzo de diversas organizaciones centralizadas y no centralizadas para hacer promoción de algunos hábitos saludables, mensajes como “come bien”, ”aliméntate sanamente” y otros que seguro ya recordaste son parte de esos esfuerzos antes mencionados.

Estos EVS pueden ser tan sencillos como caminar 10 o 20 min al día para una persona que usualmente no realiza actividad física, también puede ser un buen ejemplo el entrenamiento de fuerza con esfuerzo ligero o moderado para esta misma persona que no tiene el habito del ejercicio regular, en este sujeto la actividad fisica será un determinante para obtener beneficios, el punto es moverse.

Para una persona que realiza ejercicio de manera más regular podría esta misma actividad no ser suficiente para promover cambios beneficiosos en su salud en la misma magnitud que el sujeto del ejemplo anterior. Es por eso por lo que hay diversos estudios que comprueban algunos estilos de vida y su impacto en la salud, además de mencionar que todas estas recomendaciones que se pueden emitir deberán ser individualizadas, un organismo vivo es similar en casi todo, pero diferente en otro poco.

En un estudio realizado en el “Seguimiento Universidad de Navarra” que siguió a 19,336 graduados universitarios españoles desde 1999 hasta 2013, puntuándolos del 0 al 10 donde se sumaba un punto si presentaba el hábito y 0 si no se presentaba dicho hábito, en relación con 10 hábitos: 1.- no fumar nunca, 2.- actividad fisica moderada-alta, 3.- dieta mediterránea, 4.- IMC igual o menor a 22, 5.- consumo de alcohol moderado, 6.- poco tiempo viendo la tv, 7.- no beber alcohol en atracones, 8.- dormir una siesta corta, 9.- estar con amigos más de 1h/día, 10.- trabajar al menos 40h/semana, en este estudio se descubrió que todos los hábitos a excepción de trabajar 40 h/semana influyen de manera significativa por si solo en el porcentaje de riesgo de padecer una enfermedad vascular.

Asimismo se descubrió un riesgo mucho menor cuando el índice de la puntuación otorgada para cada participante era más alto, es decir que sumados o combinados los hábitos mencionados antes eran mucho más poderosos protectores contra enfermedades cardiacas y desafortunadamente se encontraron 140 casos asociados a enfermedad cardiovascular, que además se encontraban puntuados entre 0 y 3 puntos de los hábitos mencionados anteriormente.

Con lo anterior es que se recomienda ciertas acciones que benefician de manera directa a la salud de las personas, también existe evidencia de que se fomentan todo tipo de estilos de vida no necesariamente saludables como los expuesto en un estudio donde se encontró el fomento por parte de blogs hacía un estilo de vida pro-Ana y pro-Mía (pro- Anorexia y Pro-Bulimia) y que los más vulnerables son los jóvenes con el interés en su aspecto físico que siguen recomendaciones sin fundamentación adecuada.

Por último no todas las recomendaciones que puedes encontrar en diferentes sitios son adecuados para todas las personas como ya se mencionó, y se demuestra en otro estudio donde se asocia a diferentes deportes y actividades físicas en asociación con el glaucoma se descubrió que ciertas posiciones del yoga como la posición llamada sirsasana donde la cabeza esta abajo y los pies arriba, empeoran las condiciones de presión intraocular en un paciente con glaucoma en el momento de la ejecución del ejercicio y que se debe tener precaución con está misma, entran en la misma categoría las actividades que conlleven la maniobra de Valsalva, por lo que aunque el yoga parece una recomendación relativamente saludable no aplica de igual forma para todos.

Conclusión

Como ya sabes, debes acudir o contactar a un profesional para la práctica de cualquier actividad física, en caso de asesoría médica o nutricional, en fin, las profesiones de la salud están hechas para apoyar en el camino del desarrollo de la salud, por lo que resultan importantes en cada paso que des hacia tu mejora, escucha y recomienda siempre a los profesionales y evita la difusión de información no verificada.

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Referencias

Díaz-Gutiérrez J, et al. Relación entre un índice de estilo de vida saludable y el riesgo de enfermedad cardiovascular en la cohorte SUN. Rev Esp Cardiol. 2017. DOI: https://doi.org/10.1016/j.recesp.2017.09.026

Lladó G, González-Soltero R, Blanco MJ. Anorexia y bulimia nerviosas: difusión virtual de la enfermedad como estilo de vida. Nutr Hosp 2017;34:693-701 DOI: http://dx.doi.org/10.20960/nh.469

Moreno-Montañés J, et al. Guía de estilos de vida y glaucoma (i). Deporte y actividades. Arch Soc. Esp. Oftalmol. 2017. DOI: https://doi.org/10.1016/j.oftal.2017.09.005

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